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Paloma Herce - Periodista de moda y "disfrutona"

Paloma Herce - Periodista de moda y "disfrutona"

Si os soy sincera, no sé ni cómo conocí a Paloma. Sé que fue a través de Instagram, pero no sé exactamente como surgió. Supongo que fue por el hecho de que ella es periodista de moda y yo la Directora Creativa de ALOHAS (lo sigo siendo, pero por aquel entonces VIRAGO era sólo un sueño). Sea como fuere, nos caímos bien en seguida. Es por eso que hoy quiero presentaros a la mujer más “disfrutona” con la que me he cruzado últimamente. Hoy jueves 9 de abril de 2020, además, es su cumpleaños y quiero que mi regalo sea presentárosla y que descubráis cómo el esfuerzo tiene recompensa, cómo una se puede sacar las castañas del fuego y qué opinión tiene Paloma de lo que tendremos que capear post-covid19 a nivel moda, a nivel periodismo y a nivel periodismo de moda.

“Voy a ponerme las pilas desde el principio”

VIRAGO: Hola, Palomis. No sé por qué, desde un principio me apetece llamarte así. Creo que es porque me inspiras confianza.

Paloma: ¿Sabes que así me llamaba mi profesora de biología del colegio? Poca gente me llama así, y si alguien lo hace, me recuerda a esos tiempos.

V: Hay una serie de preguntas que, como ya le hice a Vir Charneco en la última entrevista, me gustaría hacer a todas las VIRAGO muse porque muestra un poquito más de vosotras. Voy a ello, ¿vale?

Paloma: Estupendo, aquí estoy.

V: Y tú, Palomis... ¿quién eres?

Paloma: Soy una periodista que trata de buscar su lugar en el mundo. Y más en estos tiempos en los que necesitamos reinventarnos.

V: Descúbreme algo de ti. Algo que no se sepa.

Paloma: De pequeña canté en el concierto de Navidad del Ayuntamiento de Madrid.

V: Imprescindible para seguir, ¿qué nos recomiendas escuchar en Spotify para leerte?

Paloma: Tengo una lista de Spotify que he creado para estos días que se llama #laactitudestodo. Recomiendo darle a aleatorio y empezar por alguna canción de los Bee Gees o por mi favorita: Mi swing es tropical, de Nickodemus.

V: Si tuvieras que definirte con uno de nuestros vestidos, sería…

Paloma: El Flirty Friend Dress Orange, el verano pasado descubrí lo que me favorecía el escote halter.

V: Como sabrás, VIRAGO significa mujer heroica, valiente, con fuerza y poder. Yo te considero una. Pero dime tú qué crees que tienes de VIRAGO.

Paloma: ¡Que me digas eso es un honor! Creo que tengo fuerza, estoy donde estoy -aunque ahora el Coronavirus me ha complicado todo- por haber luchado durante todo este tiempo por intentar encontrar un hueco en la industria. También, como VIRAGO, tengo mi propia personalidad. Tanto en moda como en la vida. Pero no sé si soy valiente, en estos tiempos tengo algo de miedo. Aunque creo que está un poco más justificado.
 

V: Pese a conocernos gracias a las redes sociales, que cierto es que hoy en día unen a cualquiera, te he googleado y… da miedo. ¡Qué currículum! Me alucina que alguien tan joven sea capaz de hacer tantas cosas. Creo que es algo que es más común de lo que creemos en nuestra generación. Justamente nosotros somos de la generación de la crisis del 2007, la que en plena crisis empezaba a trabajar. ¿Cómo te lo has montado tan bien?

Paloma: ¡Muchas gracias! Creo que es porque he sido siempre precavida y dije: “voy a ponerme las pilas desde el principio”. Desde los diecinueve he escrito donde me han dejado, he trabajado por dos duros y me he quedado sin veranos… Gracias a eso pude entrar en Harper’s Bazaar casi al acabar la carrera. Nuestra generación aprendió la lección rápido porque siempre lo hemos tenido difícil. El trabajo, el esfuerzo y la paciencia son las prendas básicas del look del periodista. Aunque en estos tiempos, estamos todos los periodistas en pijama.

V: Oírte hablar (bueno sí, escribir), es algo que siempre me ha transmitido mucha paz. Creo que eres de esas personas que es capaz de ver las cosas desde el lado bueno de la moneda. ¿Cuál es tu secreto? Considero que sobre todo ahora, después de más de tres semanas de confinamiento, es la clave del éxito para no volvernos locos. ¿Cómo lo estás haciendo estos días? Más allá de clases online, Lives de instagram de fitness, etcétera que en un principio fueron tan novedosos y ahora suponen una rutina.

Paloma: Lo de la paz yo creo que viene por mi nombre, jaja, aunque en la vida 1.0 a veces soy difícil de controlar. Durante este periodo extraño tengo mucho más tiempo libre así que intento aprovechar mi faceta de comunicadora para entretener y enseñar el lado bonito de la vida con contenido alternativo. En breves pondré en práctica dos pequeños proyectos en Instagram que tengo en la cabeza en esa línea. También comparto música, fotografías que me hacen feliz, inspiración en general… Pero el secreto es disfrutar de los pequeños placeres y mostrarlo para que los demás lo hagan. Eso ayuda a que tu actitud sea positiva.

      

 

  

V: Recientemente estuve dando clases en el Máster de E-commerce y Marketing Digital de la Universitat de Barcelona. Fui el conejillo de indias en lo que a clases online se refería: primer lunes de confinamiento y primera clase - yo. Pero, ¿sabes qué? Surgió una conversación súper interesante en la que quiero que participes: ¿cómo vamos a cambiar a partir de ahora? ¿qué pasa después de este aislamiento?

Paloma: Esta conversación la he tenido justo hoy con una íntima amiga mía. Yo ya noto que he cambiado. Nuestras prioridades no son las mismas. Antes viajábamos como si fuera algo de lo más normal y ahora nos damos cuenta de que es un verdadero lujo. V-I-V-I-R es un lujo. Cuando empecemos a consumir, lo haremos con mucha más cabeza. Tendremos más en cuenta el made in Spain, apostaremos por firmas y marcas más pequeñas, compraremos mejor… En redes creo que también habrá un cambio. Dejaremos a un lado las tonterías más superficiales. Primará la calidad a la cantidad en muchos aspectos de nuestra vida.

V: Esto me lleva a preguntarte sobre los cambios a nivel industria de la moda, a nivel periodismo y a nivel del combo de ambos. ¿Tanto van a cambiar las cosas como dice BoF o WGSN en sus reports?

Paloma: Si te digo la verdad, no me he parado demasiado a pensar en el futuro porque no sé qué sucederá conmigo. El periodismo ya está sufriendo esta situación -por favor, no dejéis de comprar revistas-, al igual que las firmas de lujo. Pero como rezaba el titular de uno de los últimos artículos de BoF, nos recuperaremos a largo plazo. Posiblemente cambie el modo en el que hablemos y utilicemos la moda. Palomo Spain decía hace poco que el ritmo que tenía la industria era una locura. Todo irá más despacio. Ya había una ola de cambio ligada a la sostenibilidad patente -esta industria es la segunda más contaminante del mundo- y ahora nos hemos vuelto mucho más conscientes de ello. Quizás la moda deje de ser tan aspiracional y regrese un poco más a la Tierra… En muchos aspectos.

V: Desde Virago siempre hemos creído justamente eso. ¡Qué ritmo! Lo bonito de crear prendas es el transcurso desde la idea a la realidad. No es fácil crear cosas desde cero, con identidad propia, hacer una buena búsqueda de tejidos… Es un sinsentido el ritmo de ahora que deja sin espacio al arte y la creatividad convirtiendo a la industria simplemente en una búsqueda de rentabilidad que se vende al mejor postor (lo comercial y mainstream).

Paloma: Estoy completamente de acuerdo, el ritmo que estaba teniendo la moda era -y hablo en pasado porque creo que esto va a cambiar- una auténtica locura. No es normal ir a Zara y que cambien la tienda cada dos semanas, que en pasarela veamos colecciones crucero, y entre medias, ochenta colecciones cápsula entre los dos grandes desfiles, marcas que apuestan por el “see now buy now” y a la vez presentan otros proyectos... No te da tiempo a degustar en condiciones una colección o el trabajo de un diseñador. Creo que lo que haces tiene muchísimo mérito y que es necesario valorarlo como se debe. El proceso creativo de cualquier firma es algo mágico y si terminamos el truco en un proceso más corto, el show pierde valor. No solo queremos ver el truco de magia, también cómo se ejecuta. Todo es importante. Las ideas necesitan su ritmo, la creatividad tiene sus propios tiempos... Ahora que hemos tenido que parar todo de golpe, es buen momento para planteárselo.

 

No es normal ir a Zara y que cambien la tienda cada dos semanas, que en pasarela veamos colecciones crucero, y entre medias, ochenta colecciones cápsula entre los dos grandes desfiles, marcas que apuestan por el “see now buy now” y a la vez presentan otros proyectos... No te da tiempo a degustar en condiciones una colección o el trabajo de un diseñador.”

 

   

V: Hablando de cambios - y tú que eres de esas madrileñas acérrimas que conoce cada minucioso detalle de la ciudad - cuando salgamos de todo esto debemos aprovechar para redescubrir España, invertir aquí, para que a los pocos vayamos saliendo de esta. A dónde debemos ir, qué debemos hacer (siempre y cuando nos lo permitan). Empezando por tu ciudad, claro.

Paloma: Madrid es una de esas ciudades donde la vida bulle en cada esquina así que a los madrileños nos suelen gustar los lugares abarrotados, el ritmo frenético e incluso esperar cola. Tengo ganas de volver a Arallo Taberna y deleitarme con sus dumplings de cocido gallego. A poder ser, me sentaré en la barra mientras veo el vaivén de cocineros al otro lado del burladero. Restaurante canalla de aspecto industrial donde se mezcla la cocina gallega, como es obvio, con recetas internacionales.

V: Aunque no nos engañemos, Madrid es de barras. Casi se me hace raro cuando voy a Madrid y me sientan en mesa. No me mola ni la mitad.

Paloma: Entonces, Naikema. Nakeima es la barra favorita de muchos foodies madrileños. Está claro que a los madrileños nos gustan las barras. Eso sí, hay que ir a las 19h a esperar cola, a las 20.30h te apuntan y a las 21h vuelves a cenar. Un japo especial para dejarse llevar mientras cenas al ritmo de música caribeña.

V: Vale, pero ahí has ido a tiro fácil. Hace tiempo que ya se instauró la comida japonesa en nuestros paladares. Lo difícil ahora es estar bueno, como restaurante digo, haciendo lo de siempre, nuestra comida de toda la vida.

Paloma: Si de lo que me hablas es de tortilla, la tortilla de Betanzos de Taberna Pedraza. Me gustaba más su antigua ubicación, cerca del Retiro, pero tampoco está tan lejos… Tengo el ticket de una de mis últimas tortillas pegado en la nevera.

 

      

 

V: ¿Y las copichuelas?

Paloma: Me apetece terminar de madrugada en el Toni 2. Cantar al ritmo de Nino Bravo, Raphael y otros clásicos. Es posiblemente el lugar más especial de Madrid para tomarse una copa. Ojo, es un piano bar. Pero si hablamos de copas más tranquilas, uno de los sitios que más me gusta es el antiguo Pinkoco -ahora Ficus Bar-, en el barrio de las Salesas, es uno de los sitios que más me gusta para tomarme una copa tranquila. ¡Ah! Instagrameable a más no poder. O, si se trata de un vermut, algo muy madrileño, La Violeta, donde la lista de vermús es interminable. La otra opción, por la tortilla que le acompaña, La Ardosa. Ahí me bebí el primero.

     

 

V: Se me está abriendo el hambre. O sea, que tu consejo para llevar a alguien que me pide una guía sería seguir todas estas directrices, ¿no?

Paloma: Si tuviera que llevar a un guiri a cenar me lo llevaría a Casa Macareno. Me chifla su aspecto de taberna, me encantan sus azulejos, y me encanta su carta. Su ubicación, en plena Malasaña, es perfecta para luego perderse y tomarse una copa en Corazón.

V: Definitivamente eres LA guía de Madrid. La guía cool claro. ¿Nos veremos por allí?

Paloma: Claro, la guía es para disfrutarla en compañía. :)

 

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